9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
La oración que Pablo nos presenta en estos versículos nos muestra cuál debe ser el centro de nuestras peticiones y que debe consumirnos en oración. En esta sección vamos a ver el tipo de oración que Dios quiere que hagamos, el objetivo y los resultados que deben venir al hacer esta oración. Hoy vamos a tratar los dos primeros puntos.
En primer lugar, el tipo de oración que Dios quiere que hagamos es ser controlados por la voluntad de Dios.
Cuando Pablo habla de la “voluntad” en este pasaje, se refiere a la voluntad revelada de Dios. Esta es la voluntad declarada de Dios sobre lo que debemos (o no debemos) hacer, y que está en la Escritura (Jn 5:39).
Por lo tanto, esta oración tiene como petición central y única que el creyente sea lleno de un profundo y amplio entendimiento de la revelación de Dios dada en Su Palabra. Pero debemos saber que no podemos ser controlados por el conocimiento de la voluntad de Dios por nuestras propias fuerzas. Esto se confirma cuando Pablo dice que este conocimiento consiste en “toda sabiduría e inteligencia espiritual”. La combinación de estas palabras describe la habilidad de discernir la verdad y de tomar buenas decisiones, basadas en la verdad.
Y como dice el versículo, esta es una obra “espiritual”, es decir viene del Espíritu Santo, no es algo que el creyente pueda alcanzar por sí mismo. Recuerda que el Espíritu Santo y la Palabra trabajan de forma conjunta (Ef 6:17).
Una persona controlada por la voluntad de Dios tendrá sabiduría y entendimiento para tomar decisiones guiadas por el Espíritu Santo.
Lo que más necesita el cristiano es crecer en el conocimiento de la voluntad de
Dios, porque esto regirá su fe y sus decisiones.
Por ello debemos orar y no cansarnos, para que el Espíritu Santo utilice lo que estudiamos en la Palabra, y así ser controlados por la voluntad de Dios.
En segundo lugar, el objetivo de esta oración es llevar una vida digna que agrade al Señor.
El conocer la Escritura no tiene como propósito aumentar tu conocimiento
intelectual, sino que tiene el objetivo de impactar la totalidad del estilo de vida que llevas. Para el cristiano, “andar como es digno del Señor” quiere decir vivir de acuerdo con el estándar de Cristo. La Biblia nos dice que el creyente puede vivir como Cristo porque en primer lugar está en unión con Él. El creyente está en Cristo y Cristo es suficiente para él (Gá 2:20).
Pero esto no es todo, porque el objetivo de esta oración no es solo vivir de manera digna, sino también “agradar en todo” al Señor (v. 10). Esto significa que la motivación para vivir de manera digna es agradar en todo a Cristo. El creyente tiene un estándar tan alto, porque tiene la motivación más gloriosa que es agradar y glorificarle a Él.
¿Es tu motivación agradar a Cristo? Tus motivaciones revelan donde está tu corazón.
Debes buscar agradar a Cristo antes que a los hombres y antes que a ti mismo. No puedes buscar la aprobación de los demás si eso está en contra de la aprobación de Cristo, y tampoco debes vivir una vida para agradarte a ti mismo (Gá 1:10).
Y si esa no es tu motivación, ora. Ora intensamente y no te canses. Ora para que tu objetivo sea vivir de manera digna para agradarle en todo. Si al examinarte te das cuenta de que tu vida de oración ha estado desenfocada, hoy es un buen día para comenzar a orar, pidiéndole a Dios ser controlado por su voluntad para vivir una vida digna de Cristo. Que esta oración sea la que traspase todas tus oraciones.
Versículos relacionados con el tema:
Gá 2:20, 1:10, Ef 6:17, Col 2:2-3, 3:16, Jn 5:39
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