5b ,de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
6 que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad
En esta sección Pablo describe las dos características restantes con respecto a la Escritura.
Pablo necesitaba afirmar estas cualidades de la Palabra, porque la iglesia estaba siendo atacada por las mentiras de los falsos maestros, diciendo que había otro tipo de medios, externos a la Escritura, para poder alcanzar una vida espiritual plena (Col 2:22). El objetivo de los falsos maestros al promover estas doctrinas de hombres era decir que Cristo no era suficiente. Cuando se afirma que la Escritura no es suficiente para el creyente, también se está diciendo que Cristo
no es suficiente.
Por ello, estos pasajes en Colosenses son una advertencia para nosotros de siempre mirar la Escritura, y nada más.
1) La primera característica es que la Palabra de Dios es poderosa.
Pablo comienza describiendo el poder de la Escritura, al decir que la Palabra llegó a los colosenses y a todo el mundo. Esta afirmación implica que la Palabra es poderosa, porque ha traspasado las barreras geográficas y sociales. Pablo reafirma el poder de la Palabra cuando dice que “lleva fruto y crece también en vosotros” (v. 6).
El propósito de toda la frase es mostrar que no son los creyentes los que tienen el poder para crecer espiritualmente, sino que es la Palabra de Dios la que tiene el poder intrínseco de producir el crecimiento espiritual en el cristiano. El evangelio jamás depende del hombre. Es sólo la Palabra de Dios la que tiene poder.
Hermanos, la Palabra de Dios es poderosa (Ro 1:16; 10:17; 1 P 1:23). Una persona sólo llega a la fe por el poder de la Palabra.
Pero no sólo somos salvados por la Palabra, sino que también somos santificados por ella (Jn 17:17). Es la verdad de la Palabra la que santifica el alma del creyente, apartándolo del pecado. Somos edificados, reconfortados e instruidos por la Palabra de Dios. No es la astucia del predicador, tampoco es la habilidad del sembrador; es el poder de la semilla lo que produce fruto en el creyente.
2) La segunda característica es que la Escritura tiene el mensaje de gracia de Dios.
La razón por la cual la Palabra no necesita ninguna adición es porque su mensaje “es la gracia de Dios en verdad” (v. 6). “En verdad” significa que el mensaje de gracia había llegado a ellos de manera pura, sin haber sido diluida por extravagancias filosóficas o agregados del judaísmo.
Con esta declaración, Pablo busca fortalecer la fe de estos cristianos, diciéndoles que lo único que ellos necesitan es el mensaje de la gracia de Dios. La gracia es un tema constante en la Biblia. La palabra "gracia", en el Nuevo Testamento, proviene de la palabra griega charis, que significa "favor, bendición o bondad".
Todos podemos extender nuestra gracia a los demás. Pero cuando se usa en relación con Dios, adquiere un significado más poderoso.
La gracia es la elección de Dios de bendecirnos, en lugar de maldecirnos como lo merecen nuestros pecados. Es un favor otorgado a los pecadores que merecen la ira (Ro 5:9-10). Mostrar bondad a un extraño es un "favor inmerecido"; hacer el bien a los enemigos es gracia.
Por medio de la gracia, Dios interfiere en el corazón del hombre y le da vida (Ef 2:8). Además, la gracia no es un evento único en la experiencia cristiana. Tampoco es una cualidad abstracta, sino un principio activo y dinámico (Tit 2:11-12).
¿Y dónde encontramos el mensaje de Gracia? Sólo y exclusivamente en la Escritura. Sólo por medio de la Palabra de Dios podemos conocer la gracia de Dios en verdad. Sólo en la Escritura podemos conocer al Dios de gracia que opera soberanamente en las vidas de los pecadores que no lo merecen.
La Escritura es suficiente y sólo en ella puedes encontrar la suficiencia de Cristo que necesitas.
Versículos relacionados con el tema:
Col 2:22, Jn 10:27, Is 55:11, Ro 1:16, 10:17, 1 P 1:23, Jn 17:17, Ef 6:17, Ro 5:9-10, Ef 2:8, Tit 2:11-12, Sal 119:11, 50
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